Ya son más de un millón de mexicanos y 300.000 centroamericanos los que intentan cruzar la frontera entre México y EEUU cada año. Sólo el 15 % lo consigue. La falta de oportunidades laborales en sus países, la situación de pobreza en la que se encuentran y la gran dificultad para salir de ella, les llevan a iniciar el viaje hacia el Norte. Es su oportunidad para encontrar una salida, para salir adelante, para alcanzar la vida mejor de la que tantas veces han sido espectadores.